Ante el incremento de agresiones físicas, psicológicas y sexuales a nuestros niños, niñas y adolescentes, y con el fin de poner de relieve esta problemática, el Hospital Infantil Los Ángeles y la Alcaldía de Pasto programaron el Simposio “Prevención del Maltrato y Abuso Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes: Mi cuerpo Habla, Dice Respeto” que se realizará el viernes 9 de noviembre del presente año, en el auditorio Jesús de Nazareth de la Universidad Mariana en la ciudad de Pasto.
Como ponentes invitados participarán el pediatra y especialista en Derechos de la Infancia, Javier Díaz; la gerente de la Agencia PANDI, Ximena Norato y la gerente general del Hospital Infantil Los Ángeles, Doris Sarasty.
“Desafortunadamente, la descomposición social la vivimos día a día en el incremento de pacientes atendidos en el hospital, donde se evidencia que nuestra infancia y adolescencia es víctima de maltrato intrafamiliar, abuso sexual, consumo de sustancias psicoactivas, suicidio y diferentes problemáticas que impactan en la salud mental y física de la población. La sociedad está enferma, hay una falta de valores que está perjudicando a nuestra infancia. Queremos movilizar a la sociedad frente a la corresponsabilidad que a todos nos compete en el cuidado de los niños como baluartes de esperanza y de futuro”, expresó la gerente general del Hospital Infantil Los Ángeles, Doris Sarasty.
Durante el simposio se abordará el panorama de maltrato y abuso sexual en los contextos internacional, nacional,
regional y local. Así mismo, se presentará el impacto e incremento en la atención de pacientes con estas patologías en el Hospital Infantil Los Ángeles.
El lema de la campaña “Mi Cuerpo Habla, Dice Respeto” surgió de un estudio de campo realizado con la comunidad de niños y adolescentes de las instituciones educativas Ciudadela de la Paz y Nuestra señora de Guadalupe del corregimiento de Catambuco, trabajo de investigación promovido por la Secretaria de Salud Municipal y la ESE Pasto Salud, Oficina de Acciones Colectivas – estrategia de movilización Ciudad Bienestar.
La violencia en contra de los niños puede empezar en un embarazo no deseado cuando los padres rechazan a sus hijos, también surge del abandono o la negligencia en su cuidado pues los dejan expuestos a múltiples peligros. Esto se debe, en parte, a que muchas parejas no están preparadas para asumir la responsabilidad de la paternidad. Se considera que el maltrato y otros tipos de violencia son consecuencia de la propia crianza que recibieron los padres quienes probablemente crecieron en ambientes familiares violentos en los cuales la única forma de corregir eran los golpes. El esquema se repite de generación en generación y se ha identificado a los mismos familiares como los agresores sexuales.
Haber dado paso a la denuncia es un gran avance pero no es suficiente. Las acciones formativas encaminadas a la prevención de los abusos son deficientes y los esfuerzos del sector protección son loables pero limitados por lo cual se hace perentorio el esfuerzo de un trabajo cívico que involucre a las familias, las instituciones educativas, las empresas, los medios de comunicación, la salud y la justicia. El trabajo continuo e intersectorial abordando las múltiples perspectivas que desencadenan el problema, el trabajo articulado y transversal, el real interés por la problemática y el fortalecimiento de acciones colectivas, son pasos para prevenir e incidir en un cambio futuro.
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